viernes, 17 de abril de 2009

Persevera y vencerás

Los muros de ladrillo están ahí no para dejarnos fuera. Están ahí para demostrarnos que tanto queremos lo que hay detrás de ellos. Una alegría que cambiaría mi forma de percepción del mundo, me la llevé el pasado mes de octubre, cuando por fin fui admitido en la carrera que tanto quería desde que era niño. probándome, que los muros están ahí por una razón.

El primer muro con el que me encontré, fue a principios de decimo año. El matrimonio de mi padres estaba por terminar, pero no sin antes repercutir en mi vida académica de una forma sin precedentes. Para mi infortunio, cuando todo había acabado, ya era muy tarde para remediar mi pésimo desempeño ese año, condenándome a no tener una nota decente en el examen de admisión por los próximos años.

El segundo muro con el que me enfrentaría sería el más alto y ancho ya que mi circunstancia académica me desfavorecía en la obtención de una nota admisible. Mi primer intento y fallo, fue en el 2004, cuando trate de hacer los exámenes de admisión del ITCR y la UCR (en este último una fiebre me imposibilitó su realización). Al no lograrlo, me propuse estudiar Cisco y llevar unos módulos del idioma japonés para aprovechar el tiempo. El segundo intento fue un año más tarde con el examen del ITCR, esta vez llegaría tarde una semana, debió a un error en la cita de examen de admisión. Opté por conseguir un trabajo en la compañía Hewlett Packard. Al año siguiente seguí intentando, esta vez haría ambos exámenes con el fin de iniciar una carrera, Nuevamente fallaría el examen del ITCR mas no el de la UCR, en este obtendría un 511.28 (nota alta para mi ponderado). Escogí la carrera de Física la cual me fue negada por el promedio de admisión. El cuarto intento marcaria la diferencia ya que elegí de acuerdo a mí nota de admisión y no a mi gusto, decidí irme por la carrera de filosofía, a la cual entré con la nota corte.

El tercer muro consistía en la obtención de un promedio ponderado alto para optar por un traslado de universidad, tal promedio debía ser obtenido a partir de tres materias. La meta era clara, pero aun faltaba camino. Por casualidades del destino obtuve tres materias en matricula de ampliación. Al final obtuve un promedio ponderado de 85.

El cuarto muro consistía en tomar un riesgo. Al no tener promedio ponderado alto era difícil imaginar que iba a poder entrar a Ingeniería Electrónica , sin embargo aposte por ella. Unos días después me informaron que mi espera había acabado y que había sido admitido.

Sin duda alguna, cuando se lucha por algo, sea lo sea, si se tiene determinación y perseverancia es posible llegar donde sea.

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EDTRONIC(Eduardo Sánchez M)


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